Ya le tenías olvidado, no pensabas en él, le veías como un amigo mas, y de repente un día vuelve a sonreírte de esa manera, de la manera con la que consiguió enamorarte una vez y resurgen tantas cosas, tantos sentimientos, ves nacer de nuevo esas mariposas en el estómago, ves que vuelves a perderte en sus ojos, en sus miradas, le sonríes de forma tonta y ya no lo quieres ver como un amigo mas, quieres abrazarle, besarle, poder decirle lo que sientes al verle. Aunque no tardas en darte cuenta de que estas equivocándote de nuevo, que estas volviendo a caer en un pozo del que te va a ser muy difícil salir como no lo cortes aquí, que no puedes volver a quererle o no debes, que él no siente lo mismo y que tú tienes que ser feliz, que ya sufriste bastante por él.